¿Cómo sobrevivir a un hostal de mala muerte? Segunda parte: Bratislava

Los hostales son la onda, eso me queda claro. No hay privacidad pero puedes socializar más que alquilando un cuarto en AirBNB, por ejemplo, además sigue siendo una opción barata para hospedarse. Hay mitos como que te roban y te pueden matar (exagero pero muchas personas “creen” en las películas de Hostal) y realidades, como que algunos son muy cochinos. Sí, hay de todo, y sí, hay unos donde pueden intentar robarte pero sucede hasta en los mejores hoteles. Y así como hay hoteles mediocres y de lujo, hay hostales que son modernos, cómodos y son un buen lugar para comenzar a explorar el lugar en el que estás, en este caso explorar Bratislava, la capital eslovaca. Allí me hospedé en el céntrico Kismet Dao Hostel. ¿En realidad Bratislava es una ciudad tenebrosa como la pinta Hollywood en películas como Hostal y EuroTrip -Viaje censurado en Europa-?

La respuestas es simple: No, Bratislava no es esa ciudad oscura, peligrosa y postapocalíptica que te pintan en Hollywood, es una fascinante ciudad con mucha historia, cultura y parques naturales, como la fantástica frontera que comparte con Austria en donde puedes ver castillos (como el hermoso castillo de Devin) mientras comes a orillas del río Danubio; también puedes conocer museos tan geniales como la Galéria Mesto Bratslavy, su vibrante centro y bares y lugares para convivir (y para “conbeber”, mal chiste, lo siento). Bratislava es hermosa, y su centro es fascinante y la Galéria Mesto es genial y tiene obras vanguardistas y surrealistas que me encantaron, además es una ciudad muy pero muy barata y la gente es amable, como en casi todos los países eslavos. En cuestión de seguridad pues siempre lo he dicho: Europa del este es más seguro que Europa del oeste pese a lo que contrariamente se pueda pensar. ¿Robos, asesinatos, terrorismo? Difícilmente en el este europeo, bueno, robos de carteras sí que es muy posible, allí hay que cuidarse tanto como uno se cuida en México.

¿Y el hostal? Kismet Dao es moderno, limpio y con muchos… gringos. No, no me malinterpreten, no es algo antigringo mi comentario, al contrario, es el “turismo” gringo el que me molesta, o turismo anglosajón para ser más preciso. Un amigo australiano que trabajaba conmigo en Punta de Mita me dijo alguna vez: “detesto a los australianos que viajan”, en verdad, normalmente sólo piensan en embriagarse y en el surf, sucede lo mismo con los que llamo “hooligans viajeros”, ingleses que vomitaban mi cama en el hostal en París, o ingleses que rompían cosas en el hostal en Skopje y que les gritaban a los policías macedonios o que le gritaban a la encargada del hostal en Bucarest sólo porque su desayuno no les gustó. Ser inglés en un hostal es sinónimo de ebriedad violenta, contrario a la creencia popular de que los ingleses son caballerosos; ¿lo ven? Los estereotipos de Hollywood nos están insensibilizando. En el caso de los gringos, curiosamente, es que son más amables. Pero en el hostal en Bratislava eran atendidos con mayor efusividad por el staff que a los demás, quizá sea el hecho de que muchos países de la vieja cortina de hierro han visto a Estados Unidos como el país a seguir, junto a Alemania, y buscan el American Way of Life. Los viajeros rusos, sobre todo, son vistos como los villanos, los latinos como los exóticos pero los gringos como los ricos y salvadores de una nueva Unión Europa (nueva para los eslavos). Ésa es mi crítica para este hostal tan americanizado, por lo demás es uno de los mejores hostales en los que he estado, es céntrico, moderno, limpio y sí, tiene sus detalles como los que he mencionado: si eres gringo te tratan mejor, si eres un “exótico” latinoamericano te tratarán con exotismo.

Bratislava es una ciudad para visitarse, y está cerca de tres ciudades que son muy visitadas como Praga, Viena y Budapest por lo cual es una muy buena opción para tomar un tren en alguna de esas ciudades y pasar un interesante y nada hollywoodesco fin de semana. Y recuerda leer mis aventuras en otros hostales como en la ciudad de París.