¿Es el Museo Ghibli el mejor museo del mundo?

Hace dos años fui a una exposición temporal del aclamado estudio de animación japonés Ghibli en la prefectura de Oita que hacía un tour por varias prefecturas de Japón. Pude contemplar varias pinturas y dibujos provenientes de la máxima autoridad en animación en Japón, un estudio creado por el maestro Hayao Miyazaki. En la exhibición tenían al famoso “nekobasu” (autobús gato) de la película, quizá la más famosa de dicho estudio y autor, “Mi vecino Totoro” en tamaño natural y varios pósters y dibujos hechos a mano por el autor y sus asistentes; sin embargo, en ese viaje a Japón no tuve la oportunidad de ir al Museo Ghibli en Mikata (en las afueras de Tokio), en donde esa colección temporal y otras más se encuentran. Pero en este viaje en el que todavía ando, sí fui y esta es mi opinión sobre dicho museo.

Antes que nada, para entrar al museo hay dos opciones: o comprar boletos en alguna de las tiendas de conveniencia Lawson (algo así como el Oxxo en Japón, hay que destacar que las tiendas de conveniencia o ”konbinis” son toda una institución en Japón, ofrecen más servicios que un edificio de oficinas de gobierno y tienen una cultura gastronómica impresionante (no solo te venden salchichas sino que te venden desde pollo frito hasta ramen), y hablando de eso, puedes leer esta entrada sobre el cómo a muchos productos perecederos les bajan el precio a partir de las 5 de la tarde en Japón para que nada se desperdicie) o hacerlo mediante un tour en alguna compañía de viajes, dicho tour se hace en las inmediaciones del museo, en el parque de Inokashira, uno de los pulmones verdes de la prefectura de Tokio; yo tomé el tour con la empresa Willer de la cual ya he hablado aquí y de hecho también tomé un tour con ellos para escalar el Monte Fuji, de esto ya hablaré más adelante en otra entrada.

Una vez terminado el tour por los jardines, que honestamente no es el mejor parque de Tokio, una ciudad con enormes y bellísimos parques como Ueno (más información aquí), Chiyoda y Yoyogi, se nos da un bellísimo boleto de entrada que es ni más ni menos que tres fotogramas de alguna cinta de Hayao Miyazaki, el Walt Disney japonés.

Entrada del museo

La entrada en sí misma (sin el tour por los jardines) cuesta mil yenes (aprox. 180 pesos) lo cual lo hace un museo relativamente barato para lo que ofrece. La “casa” donde se encuentra el museo es digna de cualquier película de Miyazaki y vale la pena recorrerla por fuera y por dentro.

Museo Ghibli

Su interior está dividido en diversas salas en donde el común denominador es la creación de una cinta de animación del Studio Ghibli, desde el proceso creativo (iniciando con el guión) pasando por los dibujos y su paso al film final. Las salas son en su mayoría interactivas, puedes tocar y manipular varios elementos pero no puedes, obviamente, tocar los dibujos hechos a mano, lamentablemente no se puede tomar fotos, solo en los exteriores de la casa, en el café y en la azotea. Estos elementos que puedes manipular vienen acompañados de las bellísimas canciones que acompañan a cada película.

El café, a diferencia de otros cafés temáticos en Tokio (como los dedicados a Hello Kitty o a los personajes de la compañía de videojuegos Square Enix) son totalmente ordinarios (un café, un hot dog simple, papas fritas, etc.), sin embargo la tienda de souvenirs parecía ser el salón más concurrido debido a los miles de productos que tienen a la venta a precios un poco excesivos (como suelen ser en los museos). De acuerdo con el boleto, puedes quedarte hasta hora y media en el recinto (en Japón son un poco estrictos con este tema, máxime si el museo es tan cotizado), sin embargo estuve casi dos horas debido a que era maravilloso ver los dibujos hechos a mano por Miyazaki, ver el proceso tan colorido al darle vida y, sobre todo, ver una de las nueve animaciones originales del Studio Ghibli realizados para el museo en su pequeña pero encantadora sala de cine, una de las atracciones más coloridas. Mención honorífica para los baños del museo que contienen ilustraciones e imágenes maravillosas.

Vista desde el baño

¿Es exagerado decir que el Museo Ghibli es el mejor museo del mundo? Quizá sí, no es un museo tan completo como un museo de arte del tipo el Prado en Madrid; sin embargo ¡todo allí es increíble! Está diseñado para que no te aburras, para que descanses, para que te diviertas, para que interactúes, para que explores, para que lo disfrutes sin importar si eres niño o adulto; es algo que se tiene que vivir al menos una vez en la vida.